sábado, 17 de diciembre de 2016

Banalizar sacramentos

El matrimonio es un sacramento. Ya se lo banaliza teniendo relaciones pre-matrimoniales. "Pasará mucho tiempo para que me vuelva a vestir así" respecto del matrimonio, es una banalización. De algo sagrado además, y eso no puede tener nunca consecuencias buenas...

lunes, 17 de noviembre de 2014

Cuidar al ahijado

Yo a mi ahijado supe cuidarlo bien. Durante dos años diría. Desde la mismísima incubadora. Yo iba por si me necesitaban, siempre. Ahora eso acabó, y quiero explicar muy bien por qué. Esto también es un diario.

No es que dejé de cuidarlo para siempre, pero sí se acabó la regularidad con que lo hacía. El Viernes era el día. De repente: no vengas. Al Viernes siguiente: no vengas. ¡E incluso a últimos momentos!

Dos meses así, seguidos. Luego nada, ¡nada!. Ni mensajes, siquiera "no vengas". Un buen día me entero de que contratarían a una "baby sister". Me ofrecí yo mismo. "Contrátenme a mí"...

Tampoco quiero hacerme la Mrs. Doubtfire, pero pasó así realmente. No prosperó la propuesta, claro. Si no prosperó la vía de la gratuidad, menos esa. Agregué el Viernes a mi Abuela.

Desde luego... que mi ahijadito sepa que SÍ
estuve allí durante unos años.

sábado, 1 de marzo de 2014

Todos los errores humanos

Sí, es un título efectista, lo confieso. Pero no dejes de leer; lo haré valer.

Hay básicamente dos tipos de errores humanos:
1) De la concupiscencia: es decir del sexo. Es decir del placer desmesurado; comer por ejemplo. También entra aquí el consumismo, la vanidad en el deseo, la pereza en la in-acción.

2) De la adversidad: aquí es cómo manejamos la adversidad. A quién se la adjudicamos. ¿Culpamos a Dios o a los demás?. Desde allí se deduce cómo actuamos. ¿Somos agresivos?

El egocentrismo... sí, creo que todos los errores humanos se basan en esto. La soberbia, la vanidad, la envidia... también la ira, lujuria, la gula y la pereza. ¡Cuánta inmadurez!

Si saliéramos de nosotros mismos, de nuestros "laberintos" hechos a base de creernos con derecho de juzgar a los demás, peores que nosotros además, y luego manipularlos...

Una mala percepción sobre los otros, seguido de una mala acción. Esta es la suma de todos los errores.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Avaricia

Una amiga siempre estaba en "importante". Daba su amor como "migajas", pero hablando bien del amor. Entonces uno se lo daba, cual si ella le hiciere un lugar especial, de "deferencia" al amor encomendado y por supuesto a ser devuelto muy ennoblecido.

Sin embargo las amistades de las que hablaba no eran tales; eran amantes, y un puñado de desahuciados similares, de los cuáles era la más discapacitada en cuanto al normal dar y recibir amor. Y uno pensando que entraba a una "elite"...

Siempre con la boca llena de "amistad", a bocajarro, pero por un ratito... Muchos caímos en esa trampa, dándole el oro de la amistad al agujero negro de la avaricia, de la incapacidad de amar y su acostumbrado "bluff" de darse importancia.

(La palabra "prestigio" también significa "prestidigitación"...
no te dejes engañar por el amor que no se da, no se recibe,
cual si fuere especial fuera del normal dar y recibir amor.
Aunque valga para un poema, una película o canción:
el verdadero "reparto" del amor ¡es bien diferente!.)

(CUENTO RELACIONADO:
La carreta vacía:

Caminaba con mi padre, cuando se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, me preguntó:
-¿Oyes algo más que el cantar de los pájaros?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después, le respondí:
-Sí, es el ruido de una carreta.
Éso es -me dijo-. Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la hemos visto?.
Entonces, otra vez más, me mostró su sabiduría:
-Es muy fácil darse cuenta: "Cuánto más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace".

-de Reflexiones para el Alma-)